Tercer fragmento: “La creación de Adam Smith en el Circo”
El libro de Boz I pag 70-74
Las Etapas de la creación de Adam Smith (el “Héroe real del Libro de Boz) se desarrollan a través de 10 personajes.
El nacimiento de Adam Smith
Mientras tanto, se sumaban otros Personajes. Preocupados por los recientes eventos, esperaban encontrar refugio en estos lugares. Todos se mostraron interesados en el Gran Juego, que consistía en intentar definir la Naturaleza Humana.
El primero en aparecer fue “el Buscador de Luz”. Vestido con una sotana negra y una gorra con pompón, tomó asiento, justo detrás de Me.
La luz de su vela se desvanecía, una vez más.
Luego, apareció “El hombre Bolsa”, quien arrastraba una bolsa de basura, llena hasta el tope.
Transpiraba y jadeaba, tomó asiento a mi derecha. Piernas cortas, cabello cortado al ras, y una piel salpicada de verrugas. Por su rostro surcaban gotas de suciedad.
-Lo siento – dijo -. Nunca me baño, ni siquiera me ducho. Insisto en preservar mi perfume natural.
En verdad, era un olor muy fuerte. Inflamaban las fosas nasales.
-¡Qué olor! – protestó Me, tapándose la nariz -. ¡Es verdaderamente horrible!
El Hombre Bolsa lo tomó como un cumplido, con su expresión demostraba satisfacción.
El tercer bribón era “El Dios Humor”.
Caminó con dificultad hasta sentarse, montado en la bolsa de basura.
Llevaba un abrigo rojo carmesí muy ajustado al cuerpo.
- El rojo es alegría - dijo, a modo de explicación.
Luego, llegaron los personajes de novelas.
Emma Bovary. Una astuta psicóloga, que se sentó cerca de la salida.
Camille, le seguía los pasos.
Una famosa cortesana, a quien todavía la vida le sonreía. Era muy hermosa.
Su rostro blanquecino, insinuaba una extraña sensibilidad.
La tercera mujer era una estrella de cine.
Rubia, con un hermoso lunar en la comisura de sus labios, un cuerpo soñado y una voz misteriosa.
Marilyn Monroe se aproximaba sigilosamente.
Estaba completamente desnuda.
-¡Caramba! ¡Qué belleza! – exclamaron Me y el Hombre Bolsa, uno detrás del otro.
-¡Una verdadera Diosa! – confirmó el dios Humor.
Sin embargo, el cuerpo desnudo de Marilyn tenía algo especial. Era diáfano, impalpable, casi irreal. Parecía ser transparente. Penetrado por una luz que se encendía en su interior y lo hacía brillar. Luego su luz se irradiaba en todas direcciones.
Un aura extraña, estremecedora.
-Es normal - dijo Marilyn -. Soy su Fantasma.
El último en llegar se llamaba Ferdydurke. Héroe de una novela de Gombrowics, fue el último en conocerse del grupo.
Habiendo pasado los cuarenta, mantenía el espíritu de un niño. El acné en sus mejillas remitían a la adolescencia. Sus pantalones tiroleses cortos, sujetados por tiradores, lo remontaban a los siete u ocho años.
La verdad estaba a mitad de camino.
Ferdydurke era alto y delgado.
Su suave cabeza calva, brillaba por el sudor.
Relamiéndose los labios, se acercó al fantasma de Marilyn.
- He visto todas tus películas – dijo-. En “Some like it hot” estuviste estupenda.¡Tan frágil y hermosa! Para mí fue algo deslumbrante. Me enamoré a primera vista.
-Gracias – respondió el fantasma de Marilyn – lo tendré presente a su debido momento.
Conmigo, Jack Balance y Me, ya éramos diez.
Un número redondo.
La discusión comenzó inmediatamente.
Se trataba precisamente, de determinar las quinta esencia del ser humano, quien había habitado la tierra por años, sin haber logrado definirse. Todos los intentos habían fallado, ya sean; morales matemáticos, psicológicos o teológicos. Lo que era válido para unos, no lo era para otros. Al ser estudiado, cada individuo resultaba ser pura rareza.
Aún, mellizos genéticamente idénticos, eran diferentes y no reducibles uno al otro . En esas condiciones, instalar un modelo universalmente válido de hombre se tornaba imposible.
- Tal vez, debamos proceder de manera diferente – dijo el Buscador de Luz -. Probablemente debamos buscar un ejemplo, en vez de un modelo.
- ¿Un ejemplo?- preguntó el Hombre Bolsa, hurgándose la nariz.
- Sí un ejemplo. De acuerdo a un claro modelo físico-experimental.¿Cómo definir lo que no se conoce?
Mientras hablaba, el Buscador de Luz, lo miró a Jack Balance, aparentemente, buscando su aprobación.
Pero en lugar de responderle, J.B alzó un cartel que decía: “FUERA DE DISCUSIÓN”.
- Acuerdo con él – Me, redobló la apuesta. No tiene sentido engañarnos como a niños. En este caso, la ciencia no nos ayudará.
- Deberíamos probar una “definición atómica.” – insistió el Buscador de Luz –. Si se pudiera conocer cada átomo de un individuo, en él y de él mismo, entonces el hombre lo haría por sí mismo.
- ¡Absurdo! – interrumpió Humor -. No entenderías nada de la escala atómica. Sin mencionar los riesgos de la tele-transportación.
Perturbado, el Buscador de Luz, ni siquiera se molestó en responder. No le gustaba que lo contradigan.
Por otro lado, Jack Balance demostraba estar de acuerdo con un silbido.
En ese momento Ferdydurke decidió intervenir. “¿Porqué no intentar con el psicoanálisis? Al menos, tiene sus pruebas”.
Los nueve restantes lo miraron asombrados. Resulta entonces que, la seudo- ciencia había perdido a todos sus seguidores. ¿Y qué tan bueno era esto? La cura corría riesgo de ser peor que la enfermedad.
-¿Hablas enserio? – le preguntó el dios Humor -. No creo que Boz lo valore.
“Los tres monoteísmos han fallado. Ustedes mismos lo reconocieron. En ese caso, ¿Porqué no probar el psicoanálisis? Podríamos extraer una espiritualidad moderna de él, adaptada a nuestras necesidades.”
“¿Eso es?”
“Estoy pensando en un tratamiento de shock. Su doctrina debería ser transformada por completo. Dando fin a discusiones sectarias. Creando nuevos institutos que sean menos elitistas. Abriéndose a la sociedad civil en todos sus componentes. Otorgándole mayor poder a lo secular y al análisis. En resumen, desarrollar una nueva política del inconsciente”
- Esto me huele mal – respondió el Hombre Bolsa -. No creo en el inconsciente, montículo de abono, de nuestra depravación. Si el hombre es obsceno, lo es en línea directa sin doble sentido, de manera perfectamente natural.
Ferdidurke continuó hablando.
“Según mi punto de vista, no tenemos alternativa. En nuestras civilizaciones, sólo el psicoanálisis está abierto a la vida interna.”
- ¿ Y los Tibetanos? – interrumpió Me -. ¿Qué haces con los Tibetanos?.
- No nos corresponden - respondió Ferdydurke -. Con ellos, los problemas de traslación se transformarían en un rompecabezas Chino. De todos modos, sus ojos son demasiado achinados.
“No encuentro el problema. Hoy en día todo es una mezcla. Somos multiculturales. Somos razas cruzadas. Nos globalizamos tan rápido como podemos, entonces, ojos achinados o no...”
- Además- dijo Me -. Será muy lento. Tomará cientos de años antes de que el psicoanálisis se democratice.
Ferdidurke no se impacientó.
Él sabía por experiencia que el Tiempo es complejo.
- Eso es cierto hoy – dijo- .¿Pero mañana? ¿Qué sucederá mañana? Sin el psicoanálisis, identificar reflejos resultaría más eficaz que hacer predicciones.
“¡Dios no lo permita! ¡Sería terrible!”
Ferdydurke quedó perplejo, pero inmediatamente se recompuso.
Su acné le consumía el rostro.
La picazón era terrible, pero él no lo dejaba trasuntar.
- El psicoanálisis podría ser aún más: un primer paso hacia una religión planetaria – dijo.
¡Ya eso fue demasiado!
Se armó un alboroto.
Humor cayó preso de una risa loca.
El buscador de Luz rompió una vela.
Me, hacía rechinar sus dientes y no podía parar.
Y Jack respiraba como un asmático.
Movía el cartel que decía “ ¡SIN DUDA!” en forma vehemente.
Sin embargo, Ferdydurke no estaba completamente equivocado. En verdad, no estaban en la misma escala. El psicoanálisis era demasiado joven y frágil como para rivalizar con los Grandes Ideales. Aún así, le debíamos una nueva apercepción de la psiquis. También le debemos una nueva forma de escucha. Pero por sobre todas las cosas, le debemos el descubrimiento del cordón umbilical de los sueños.
Esto aparecía a través de una Imagen insondable.
En ese momento, entraron Madame Bovary, Camille y el Fantasma de Marilyn. Las tres mujeres parecían ser una sola.
Sus rostros expresaban dulzura y odio a la vez.
- ¿No soy la más hermosa? – preguntaron a coro.
- ¿Quién no recuerda el juicio de Paris y sus consecuencias fatales? ¿Cómo olvidar a Orestes perseguido por las Furias? El trío femenino preparaba el terreno para la Historia, ocultamente, en los márgenes de grandes eventos. Aún quedaba lo fundamental. Las Furias viviendo y vengándose de las Diosas, registrado en lo Real, en términos Freudianos, relegado al inconsciente, te hará dar una idea, de lo fantásticamente intrincada que es la mente
El fantasma de Marilyn se adelantó.
Quería ir en busca del auxilio del niño viejo.
- Ferdydurke tiene razón – dijo. El inconsciente nos dará la clave para conocer al Humano.
- Mientras que haya un Sujeto-. Respondieron las otras dos mujeres.
- ¡Correcto! – dijo el fantasma -. Se necesita un Sujeto, de lo contrario el ser Humano sería sólo un engaño.
- ¿Pero qué hacer para que suceda? – preguntaron a coro.
-Tiene que haber una CARACTERÍSTICA que resaltar, para distinguirlo del resto.- respondió el fantasma.
- ¿Qué significa eso?- dijo el coro.
-Yo mencioné el sonido del cuerpo. Evoqué el fenómeno físico- químico que lo constituye. Estaba pensando en el lugar por donde emergería: en el que únicamente él aparecería.
-¿Entonces?- insistió el coro.
“Desde lo orgánico hasta lo espiritual, debe haber alguna una especie de salto, brecha, un vacío bloqueado por una característica distintiva. El Sujeto nunca podrá ser definido a partir de las neuronas que lo componen.”
Era evidente
¡No!
¡No es para nada evidente!
Pero , ¿De qué CARACTERÍSTICA estaba hablando?
-¡La Inteligencia! - interrumpió el Dios Humor, riéndose a carcajadas-. ¿Hemos escuchado alguna vez, mujeres expresándose de esta manera? Dirías que se trataba de una conferencia de neurólogos.
-Estoy de acuerdo, - dije tímidamente -. Hay algo equivocado.
“Exactamente.”
“¡Hay algo equivocado!”
“¡Hay algo equivocado en todo!”
Para ellos, esa CARACTERÍSTICA, no podría ser un signo de inteligencia. Al menos, no siempre.
- Es, en realidad, imposible- dijo Ferdydurke -. Sería unilateral y demasiado restringida.
“La mayoría nace llorando. Incluso la prensa lo reconoce”.
- Sólo los tabloides- especificó Me.
La definición del Sujeto humano quedó difusa.
Tuvieron problemas en encontrar una definición del Hombre reduciéndolo a lo material, cuando, por otro lado, el Sujeto que lo constituye serpentea como una anguila.
Fue por eso que la discusión quedó empantanada.
No llegaban a nada.
No habían aún ni siquiera, salido del punto de partida.
Los demás personajes, debieron haber sentido esto, ya que de pronto, cambiaron de parecer.
Luego de consultarlo, concientes de las paradojas a las que habían llegado, desconfiados y confundidos por tantas dificultades, decidieron tomar el camino más simple.
La decisión fue unánime.
Ya que resultaba imposible definir al ser humano, decidieron tratar el tema de manera diferente.
De aquí en más, pasarían a los hechos. Trabajarían en lo concreto. Se ensuciarían las manos. Todos se remangarían para comenzar a trabajar.
El perfil psicológico, recaería en Madame Bovary y Ferdydurke. Los ideales en Camille.
El Hombre Bolsa se ocuparía de cuerpo y los órganos.
Ferdidurke se avocaría a trabajar en el genoma.
El fantasma de Marylin se dedicaría al amor.
Mientras que Jack Balance le enseñaría a hablar.
Él será comprendido.
Nuestros amigos, listos para tomar el rol de aprendices de hechiceros.
Iban a – sin precedente alguno - fabricar un ser humano. Iban a reproducir un hombre en forma categórica.
¡Nunca visto!
Para este propósito, el dios Humor fue designado Director.
-¡Vamos! ¡Manos a la obra!- dijo Me, escupiéndose las manos.
-!Vamos! – insistí -. Me tiene razón. Tenemos que actuar rápido y con precisión.
Se dirigieron a buscar una pinza, una porción de cerebro, dos kilos de tierra, tres litros de sangre, dos pulmones y un alma. Elaborar los músculos y los nervios no les generaría ningún inconveniente. Doblar la espina dorsal era cosa de niños. Enseguida crearon el encéfalo. Lo que quedaba era para conectar la sinapsis.
Luego siguieron los sentimientos.
El conciente también.
Y el inconsciente.
¡Y nació el hombre!
Habían trabajado arduamente para obtener un resultado espectacular.
Nuestros diez demiurgos no lo podían creer.
El Hombre era de estatura media. (1.73 metros)
Apenas pasaba los 30 años
-Treinta y tres para ser precisos- explicó el fantasma de Marilyn Monroe.
El Hombre dio un paso adelante, se frotó los ojos, como si se despertara de un largo sueño.
Su cabello era rubio y ondulado.
Su mirada azul profundo.
Vestía jeans y una remera, se mostraba impaciente.
Intentó sonreir.
-“¿Cuál es mi nombre?” -preguntó con voz cansada.
Nuestros Pigmaliones habían hecho un buen trabajo, ya que era muy guapo.
Su nombre era Adam Smith.
Poco después, comenzó a moverse.
Se puso de pie, acariciándonos con la mirada y antes de partir, volvió a sonreir.
Desde ese momento, como todos nosotros, iba a asumir su propio destino.
-“Dios lo ampare”- suspiró Madame Bovary- la vida es tan dura. No desearía que le sucediera nada malo.
Lo despidió.
Adam Smith era nuestra no-obra nº3 (no-obra 3, cat (-3)).
Cuarto Fragmento: “Adam y la Mosca”, El libro de Boz, Libro Dos, pag 103-113
En el que se descubre la vida de Adam Smith al Otro Lado de la realidad, su relación con Marguerite y su caída en la locura.